¿Qué es el asma?
El asma es una enfermedad pulmonar crónica (a largo plazo) que afecta las vías respiratorias, los conductos que transportan el aire hacia y desde los pulmones. En las personas con asma, estas vías respiratorias suelen estar inflamadas y sensibles. Al exponerse a ciertos desencadenantes, pueden inflamarse aún más y los músculos que las rodean pueden contraerse. Esto dificulta el flujo de aire, lo que provoca síntomas de asma, a menudo denominados "ataque de asma" o exacerbación.
¿Qué sucede durante un ataque de asma?
El proceso implica tres cambios claves en las vías respiratorias:
Inflamación e hinchazón: el revestimiento de las vías respiratorias se enrojece, se hincha y produce exceso de moco.
Broncoconstricción: Los músculos que rodean las vías respiratorias se tensan.
Aumento de la producción de moco: el moco espeso obstruye las vías respiratorias ya estrechas.
En conjunto, estos cambios estrechan considerablemente las vías respiratorias, como si se apretara una pajita. Esto provoca los síntomas característicos.
Síntomas comunes
Los síntomas del asma pueden variar de una persona a otra y de un momento a otro. Entre ellos se incluyen:
- Dificultad para respirar
- Sibilancia (un silbido o chirrido al respirar)
- Opresión o dolor en el pecho
- Tos, a menudo peor por la noche o temprano por la mañana.
Cada persona tiene sus propios desencadenantes. Los más comunes incluyen:
- Alérgenos: polen, ácaros del polvo, esporas de moho, caspa de mascotas, desechos de cucarachas.
- Irritantes: humo de tabaco, contaminación del aire, vapores químicos fuertes, perfumes.
- Infecciones respiratorias: resfriados, gripe, infecciones de los senos nasales.
- Actividad física: El ejercicio puede inducir síntomas (broncoconstricción inducida por el ejercicio).
- Clima: Aire frío, seco o cambios repentinos de clima.
- Emociones fuertes: estrés, risa o llanto.
- Ciertos medicamentos: como la aspirina u otros medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) en algunas personas.
Diagnóstico y tratamiento
No existe una única prueba para el asma. Los médicos la diagnostican basándose en el historial médico, un examen físico y pruebas de función pulmonar, como la espirometría, que mide la cantidad y la velocidad de exhalación de aire.
Si bien no existe cura para el asma, se puede controlar de forma muy eficaz con el tratamiento adecuado, permitiendo a las personas llevar una vida plena y activa. El tratamiento suele consistir en dos tipos principales de medicamentos:
Medicamentos de control a largo plazo (preventivos): Se toman a diario para reducir la inflamación subyacente y prevenir los síntomas. Los más comunes son los corticosteroides inhalados (p. ej., fluticasona, budesonida).
Medicamentos de alivio rápido (de rescate): Se utilizan durante un ataque de asma para proporcionar un alivio rápido al relajar los músculos tensos de las vías respiratorias. Suelen ser agonistas beta de acción corta (SABA), como el albuterol.
Una parte clave del manejo del asma es crear un plan de acción personalizado con su médico. Este plan escrito detalla qué medicamentos tomar a diario, cómo reconocer el empeoramiento de los síntomas y qué medidas tomar (incluyendo cuándo buscar atención de emergencia) durante un ataque.
Vivir con asma
El manejo eficaz del asma va más allá de la medicación:
Identifique y evite los desencadenantes: trabaje para minimizar la exposición a los desencadenantes conocidos.
Controle su respiración: controle periódicamente su flujo máximo (una medida de qué tan bien sale el aire de sus pulmones).
Vacúnese: las vacunas anuales contra la gripe y mantenerse al día con las vacunas contra la neumonía pueden prevenir enfermedades que pueden desencadenar ataques.
Manténgase activo: El ejercicio regular fortalece el corazón y los pulmones. Consulte con su médico para controlar los síntomas inducidos por el ejercicio.
Cuándo buscar ayuda de emergencia
Busque atención médica inmediata si:
Su inhalador de alivio rápido no proporciona alivio o el alivio es de muy corta duración.
Tiene dificultad para respirar grave, apenas puede hablar o sus labios o uñas se ponen azules.
Su lectura de flujo máximo está en la "zona roja" como se describe en su plan de acción.
El panorama general
El asma es una enfermedad común que afecta a millones de personas en todo el mundo, desde niños hasta adultos. Con la medicina moderna y un buen plan de tratamiento, se pueden prevenir los brotes de asma y controlar los síntomas. Si sospecha que usted o un ser querido tiene asma, consultar a un profesional de la salud es el primer paso esencial para respirar mejor.
La inflamación crónica de las vías respiratorias es una característica general de algunos tipos de asma, fibrosis quística (FQ), displasia broncopulmonar (DBP) y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
En el mundo actual, una prueba no invasiva, simple, repetible, rápida, conveniente y relativamente de bajo costo llamada óxido nítrico exhalado fraccional (FeNO), a menudo juega un papel para ayudar a identificar la inflamación de las vías respiratorias y, por lo tanto, respaldar un diagnóstico de asma cuando hay incertidumbre diagnóstica.
La concentración fraccionaria de monóxido de carbono en el aliento exhalado (FeCO), similar al FeNO, se ha evaluado como un biomarcador respiratorio candidato de estados fisiopatológicos, incluido el tabaquismo y las enfermedades inflamatorias del pulmón y otros órganos.
El analizador de exhalación UBREATH (BA810) es un dispositivo médico diseñado y fabricado por e-LinkCare Meditech para asociarse con las pruebas de FeNO y FeCO para proporcionar una medición cuantitativa rápida y precisa con el fin de ayudar con el diagnóstico y el tratamiento clínico, como el asma y otras inflamaciones crónicas de las vías respiratorias.
Hora de publicación: 16 de diciembre de 2025